¿Tu Apariencia te Genera Ansiedad? Estrategias Para Combatir la Vergüenza Corporal
En la sociedad actual, donde los estándares de belleza irreales están omnipresentes y la comparación constante se ha convertido en la norma, la ansiedad puede infiltrarse sutilmente en la percepción de nuestra apariencia física. La presión por cumplir con estas expectativas puede generar una sensación constante de insatisfacción con nuestro cuerpo, alimentando la inseguridad y la baja autoestima.
Esa sensación de sentirte permanentemente insatisfecha con tu peso o con el aspecto de tu cuerpo y juzgarte a ti misma con dureza puede disparar la ansiedad y la depresión y convertirse en un problema más serio. “Hoy me siento muy gorda”, “Esto no me queda bien”, “No puedo gustarle a nadie” ese diálogo negativo constante puede ser muy duro, pero es peor cuando proviene de otros: ya sean amigos, familiares y hasta desconocidos.
Actualmente se habla de “body shaming” o “humillación corporal” que significa: avergonzar o burlarse de alguien por la apariencia de su cuerpo. Una práctica que se ha popularizado en las redes sociales y en la que se señalan constantemente las ‘imperfecciones’ corporales.
La “vergüenza o humillación corporal” no se limita sólo a la forma o el tamaño del cuerpo, sino que también puede afectar al color de la piel, el cabello, la vellosidad y la apariencia general. Ya sean hombres o mujeres, todos podemos ser víctimas del “body shaming”.
¿Cuáles son los Alcances de esa Práctica y Qué Podemos Hacer para Combatirla?
En nuestro día a día nos dicen o recibimos mensajes a través de muchos canales sobre cosas que ‘no están bien’ de nuestro cuerpo y que ‘deberíamos’ cambiar. Pero esa práctica, poco a poco, crítica tras crítica, puede llegar a socavar la salud mental de una persona. Y esto es cierto independientemente de su edad, apariencia o tamaño.
Algunas de las consecuencias del “body shaming” sobre las personas:
Baja autoestima: Las personas pierden confianza en sí mismas, pueden tener una visión desequilibrada y dudar de sus capacidades o de lo que tienen para ofrecer. Una baja autoestima puede tener un impacto negativo en su salud física y mental, e incluso afectar su desempeño en el trabajo o en la escuela.
Ansiedad y depresión: La vergüenza corporal puede desencadenar o empeorar los síntomas existentes de ansiedad y depresión. Si te avergüenzan de tu cuerpo en público o en las redes sociales, la persona con ansiedad por su imagen corporal puede evitar salir o participar en otras situaciones sociales en las que pueda ocurrir esta vergüenza. El aislamiento y la expectativa de ser humillados puede ser muy grave para muchas personas.
Trastornos alimentarios: En un estudio en el que participaron más de dos mil estudiantes universitarios en Estados Unidos, se indicó que existe una asociación entre la presión sobre alcanzar el peso correcto o deseado y un alto riesgo de sufrir trastornos alimentarios.
¿Cómo Combatirla?
Las primeras medidas para protegerte de la humillación o vergüenza corporal son dejar de humillarte a ti mismo y cuidar de tu salud. Tu bienestar tiene prioridad sobre tu aspecto físico, y esa debe ser siempre tu principal preocupación.
Trátate con amabilidad y comprensión. Cuidarte es necesario para tu bienestar personal. Haz ejercicio, ingiere alimentos sanos, disfruta de la compañía de personas que se preocupan por ti y pasa algo de tiempo al aire libre. Todos necesitamos un suministro regular de cosas que nos hagan sentir bien: hidratación, relajación, estimulación y sueño.
Maneja el estrés. Estar sometida a la vergüenza corporal puede ser muy estresante. Practica técnicas de relajación como el ejercicio, la meditación y los ejercicios de respiración profunda, son buenas formas de enfrentar el estrés que ejerce esa presión sobre nosotros y evitar que te sientas abrumada por las experiencias negativas.
Dirige tu atención hacia las cosas que te gustan de ti misma. Tu cuerpo es mucho más que su apariencia. Reconocer y valorar tu cuerpo y lo que hace por ti es fundamental para tener una imagen corporal positiva. Por ejemplo, si tienes el cabello o la piel bonita, esto es tan importante como los rasgos que no te gustan o que los demás intentan ridiculizar. La próxima vez que te mires al espejo, destaca y agradece siempre tu lado positivo.
No humilles a otras personas por su cuerpo. Las investigaciones demuestran que, cuando fomentas la positividad corporal entre los demás, también te sientes más positivo respecto a tu propio cuerpo. Crea un círculo de personas que sean amables y traten a los demás con respeto e intenta que las personas tóxicas o negativas no se acerquen con “opiniones” que no pediste.
Gestiona el tiempo que pasas en las redes sociales. Invertir demasiado tiempo en las redes sociales puede aumentar tu ansiedad, soledad e insatisfacción corporal y reforzar las expectativas poco realistas que tienes de ti misma. Controla el tipo de contenido que sigues y bloquea todo lo que sientas que te hace daño, no te expongas a la humillación corporal.
Practica actividades físicas. Caminar, correr, nadar, bailar y practicar otros deportes divertidos puede hacerte sentir mejor en todos los aspectos. Si puedes, mueve tu cuerpo de maneras que te brinden alegría y rejuvenecimiento, y que te ayuden a conectarte con él y escucharlo.
¿Cómo Puede el CBD Ayudarte con la Ansiedad?
El CBD (cannabidiol), en particular el aceite de CBD Zen, se ha demostrado que puede ayudar en la gestión del estrés y la ansiedad relacionada con el body shaming. Sus propiedades relajantes y ansiolíticas ofrecen una opción natural para calmar tanto la mente como el cuerpo. Al incorporar nuestro CBD Zen como parte de una estrategia para lidiar con la ansiedad puedes experimentar beneficios significativos.
Combinar las estrategias de amor propio y el CBD puede ayudarte a abordar los desafíos emocionales relacionados con la percepción de tu apariencia física. Al integrar el CBD Zen, la meditación y el autocuidado consciente promueves un estado de bienestar integral que puede ayudar a transformar la relación con la propia imagen corporal y reducir la ansiedad asociada.
Una imagen corporal positiva no se trata sólo de sentirte bien con tu apariencia: también implica aceptar y amar tu cuerpo independientemente de tu apariencia y cuidarlo para atender sus necesidades. Practica estas estrategias con regularidad para promover y mantener una imagen corporal positiva mientras aprendes a relacionarte con el mundo y sus “consejos no solicitados”.
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